jueves, 25 de noviembre de 2010

Esponjoso de yogur con mermelada de albaricoque



Esto es un postre comodín, es cómodo, rápido y nada empalagoso pero que gusta también a los golosos. Si tienes en casa gelatina, los demás ingredientes suelen ser habituales en nuestra despensa. Un firme candidato a una cena improvisada, es decir, "a partir de nada".

Un poco de ralladura de limón significa como 1/8 del limón rallado o si tienes una batidora potente, pela con un pelapatatas ( para no coger la parte blanca) una parte del limón (1/8) y la bates con el conjunto.

La fruta que yo creo que queda mejor mezclada con el yogur es melocotón, albaricoque o mango pero podéis probar otras. La galleta que he usado hoy es una recubierta de chocolate negro.

Mis moldes pequeños de silicona los tengo "prestados" ( se los llevaron de casa con material) así que he tenido que discurrir un poco para encontrar molde. Unos vasos de plástico vulgares cortados, han hecho el papel. Para desmoldar los he cortado a tiras.

2 yogures naturales, 100 ml de nata para montar, 4 gr de hojas de gelatina, 40 gr de azúcar, la ralladura de 1/8 de limón. Opcional: una galleta maría o un trozo de bizcocho cortado fino, un poco de mermelada de albaricoque u otro sabor, algo de fruta para mezclar, cacao puro o chocolate para espolvorear.


Remojar las hojas de gelatina unos 5 minutos. Escurrir y poner al microondas 5 segundos a potencia media, tiene que quedar como fundida. Poner en un recipiente de batidora el yogur, la nata, la piel del limón , la gelatina fundida y el azúcar. Batir todo a velocidad máxima.

Verter inmediatamente en un molde desmontable o de silicona. ( si no tenemos, algo que nos sea fácil desmoldar). Dejar enfriar en la nevera hasta que esté duro, el tiempo dependerá del tamaño del molde y de la temperatura de la nevera.




Poner la galleta maría o el bizcocho en el plato de servir, colocar encima un cuadrado de yogur duro, decorar o extender la mermelada y espolvorear con cacao en polvo.

También se puede empapar el bizcocho con algún licor suave. Hay múltiples terminaciones de este postre y cada uno podemos aportar nuevos ingredientes e ideas. El tiempo real de trabajo es unos 15 minutos, el resto enfríar.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Albóndigas con dados de tomate



El modo más normal de comer las albóndigas es con salsa de tomate de más o menos calidad, a mi me aburre porque todo acaba sabiendo a salsa y no a albóndigas. Un día en lugar de hacer la salsa, tenía unos tomates maduros que iba a utilizar pero se me ocurrió cortarlos a dados, el resultado aquí está: se aprecia mucho más todos los sabores y las albóndigas quedan menos "mojadas".

250 gr de carne picada, 1 diente de ajo, 1 huevo, 50 gr. de pan duro o rallado, 3 cucharadas de harina, pimienta negra molida, 3 tomates maduros, 100 gr. de calabacín, media cebolla, aceite, sal y azúcar.

En una fuente honda poner el pan, tres cucharadas de agua ( suficiente para empapar pero que no escurra), el diente de ajo muy picado y el huevo, mezclar todo muy bien. Añadir la carne y amasar todo junto, salpimentar. Formar pequeñas bolas, pasarlas por harina y freírlas justo que se doren por fuera.


Podemos hacerlo a la vez, mientras se fríen las albóndigas. Pelar la cebolla, cortarla a trozos pequeños. Lavar y cortar el calabacín a rodajas finas o si nos gusta más a cuadraditos muy pequeños. Lavar y cortar el tomate a dados de medio cm, salar para que pierdan algo de agua.

En una sartén mediana, poner dos cucharadas de aceite y saltear la cebolla a fuego fuerte moviéndola mucho, para que se dore pero no se queme. Hacer lo mismo con el calabacín. Ninguna de las dos cosas tienen que quedar muy hechos, dorados pero enteros. Guardar todo en un plato.

En la misma sartén, poner 2 cucharadas de aceite y saltear el tomate escurrido, moviéndolo con cuidado para no romperlo, sacarlo del fuego cuando empiece a perder la forma, espolvorear con una cucharilla rasa de azúcar. Retirar al plato.

En el momento de servir, ponemos las albóndigas en la sartén, a fuego mediano, añadimos las hortalizas y sin mover mucho para no romperlas, ya están listas para comer.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Salsa de mango



En uno de mis viajes a Sudamérica, me sirvieron un aperitivo que un día verá la luz en mi otro Yo, con salsa de guayaba. Aquí es imposible encontrar una guayaba sabrosa cogida en su punto óptimo de maduración por lo que decidí cambiar la guayaba por mango fruta que si encuentro muy buena sobre todo en esta época del año. Recomiendo comprar mangos cultivados en España o los importados por avión son un poco más caros pero vale la pena.

El azúcar puede aumentar un poco o disminuir según gustos y la lima se puede sustituir por otro limón.

1 mango madurado en su árbol, 1 lima, 1 limón, 2 cucharadas de azúcar.



Pelar el mango y partirlo a trozos pequeños. Exprimir el limón y la lima. Poner el mango y el azúcar en un puchero pequeño a cocer a fuego suave. Cuando hierva, machacar con el borde de una espumadera, añadir la mitad del zumo e ir probando hasta que tenga la acidez que nos gusta. Para mi gusto necesito echar todo. Seguir machacando para obtener una salsa gruesa.

Puede acompañar a carne de cerdo, pollo o pescado rebozado. La acabo de comer con rape y ha sido sorprendente.