jueves, 28 de junio de 2007

Molde de arroz blanco con atún

Si por casualidad has hecho la receta de empanadillas y te ha sobrado relleno, puedes aprovecharlo como plato fuerte con esta receta. También puede ser al revés, haces esta receta y con las sobras, haces empanadillas.

Esto se puede comer frío o caliente. Si lo comes frío, los amantes de la mayonesa lo cubrirán con ella, si lo comes caliente, la salsa de tomate será más generosa. En un recipiente con tapa hermética, es fácil de transportar, y por periodos cortos, no precisa frío.

200 gr de arroz blanco frío, 200 ml de relleno de atún (receta empanadillas), 1 huevo, mayonesa o salsa de tomate. Opcional: añadir al relleno calabacín y otras hortalizas.

Batir el huevo y hacer una tortilla muy plana en una sartén grande. Colocar un paño doblado en la encimera de la cocina. En un recipiente engrasado, de tamaño apropiado y de forma que te guste ( redondo, rectangular,o cuadrado, con formas raras es más difícil), colocar un tercio del arroz ( aprox) y para apretarlo, dejarlo caer desde una altura pequeña sobre el paño de cocina para que se vaya compactando. Esto se tiene que hacer con sentido común que creo tendréis. Mezclar la tortilla con el relleno. Extender la mitad del relleno sobre el arroz, repetir la "caída libre" del molde, otro tercio del arroz, y el resto del relleno con el tercer salto sin paracaídas. Cubrir con el arroz restante y compactar. Meter en la nevera hasta su uso.

Si lo comemos caliente, lo calentaremos en el microondas y serviremos cubierto de salsa de tomate muy caliente. Si lo comemos frío, servir con mayonesa. Como el gusto por la mayonesa es muy distinto, yo solo pongo un poco por encima y luego cada uno se sirve lo que quiere una vez en su plato.

Si lo queremos decorar, podemos utilizar pepinillos, pimientos rojos, huevo duro, espárragos...
depende de nuestro gusto, tiempo y disponibilidad.

Es cómodo de hacer para mucha gente, sacia, se puede hacer con antelación completamente, se come frío y otras ventajas a descubrir por cada uno. Si lo haces para ti solo, trabajando una vez haciendo el relleno, puedes cocinar varios platos completamente distintos que no te aburrirán.

miércoles, 27 de junio de 2007

Empanadillas

Las empanadillas, según donde nos encontremos, tienen un significado muy diferente. Las que aquí explico, son las de mi casa. El relleno se puede variar, es una receta muy apropiada para aprovechamiento de sobras de otra comida, ya sea de carne, hortalizas o algún pescado.

El relleno debe ser algo picado, ligado por una salsa espesa ( si no es espesa, al freír salpicará), que le da uniformidad y lo hace más jugoso.

Las obleas de empanadillas las compro precocinadas, hacerlas en casa es demasiado trabajo y sobretodo para pequeñas cantidades.

1 paquete de obleas para empanadillas , 1 lata de 200 gr de atún o similar en aceite, 1 cebolla, 1 pimiento rojo o verde, 12 aceitunas verdes ( sin hueso es más cómodo pero son menos sabrosas), 150 ml ( aprox.) de salsa de tomate, aceite y sal.

Sacar las empanadillas de la nevera con 15 minutos de antelación, si están blandas la posibilidad de rotura será menor. Pelar y picar la cebolla, partir el pimiento. En una sartén poner 3 cucharadas de aceite ( podemos aprovechar el aceite de la lata teniendo en cuenta que quedará un poco más fuerte). Añadir la cebolla y el pimiento, sofreír hasta que esté blando. Escurrir el resto del aceite de la lata y añadir el atún a la sartén "rompiendolo" con la cuchara de madera. Añadir las aceitunas partidas y la salsa de tomate ( es mejor añadirla en dos veces para ajustar mejor la cantidad), cocer a fuego suave para evaporar líquido unos 10 minutos aproximadamente, depende de como sea la salsa.

Abrir el paquete de obleas, y separar una de ellas manteniendo en la parte baja el papel separador, poner una cucharilla del relleno ( si hay algo de líquido, escurrir) en el centro del círculo. Mojar el dedo en un poco de agua y pasarlo por el borde de la oblea. Doblar por la mitad, empujando un poco el relleno y cerrar presionando el borde, con un tenedor, marcando las púas. Repetir lo mismo con todas las obleas. Esto si tienes costumbre se puede hacer a la vez que se fríe, si no es mejor una cosa detrás de otra o se quemarán en la sartén. Yo suelo preparar las primeras mientras se calienta el aceite.

Coged una sartén pequeña ( yo uso una que caben dos, para ensuciar menos aceite) llenar unos 2 cm de altura con aceite y calentar a fuego fuerte. Cuando empiece a humear, colocar las empanadillas en la sartén, bajar a fuego medio , darles la vuelta en el momento que se doren. Yo lo más eficiente que he encontrado para darles la vuelta es dos tenedores o una pinza muy ancha de palas. cuando los dos lados estén dorados, sacar en posición horizontal ( para que no escurran líquidos sobre el aceite y salpique) y colocar encima de un papel absorvente. No conviene que estén allí mucho tiempo pues se ablandará la pasta.

El atún se puede sustituir por carne o pescado que haya sobrado de otro guiso. También las he hago con besamel en lugar de salsa de tomate, si son de setas.

martes, 26 de junio de 2007

Pescado a la sal

Cocinar a la sal, es un método de conservar intactos los sabores. Es cómodo, limpio y sano. solo requiere horno y atención. Atención, porque si nos pasamos de tiempo, quedará completamente seco y fuerte.

Podemos cocinar cualquier pescado, grande o pequeño, dándole a cada uno el tiempo adecuado, caro o barato, todos quedarán sabrosos. Es muy importante a la hora de romper la sal, hacerlo con cuidado para retirar la sal en bloque y así no sale demasiado el pescado. La fuente ha de ser, de tamaño, solo un poco mas grande que el pescado . Si es mucho más grande gastaremos mucha sal sin necesidad.

El pescado tiene que estar entero, sin cortes, si lo avisamos, en las pescaderías sacan la tripa por la cavidad de las agallas. Si no lo hacen, cocinarlo con tripa, y sacarla al servir. Si el pescado tiene cortes, quedará demasiado salado.

Yo he cocinado doradas, lubinas y sardinas. el olfato en mi casa es muy sensible y cuando hay sardinas a la plancha siempre oigo protestas referentes al olor. Haciéndolas a la sal "casi" evito los comentarios.

1 dorada de ración, suelen pesar 400 gr y comen dos justos o uno de buen comer, 2 kg de sal gorda, suelen vender especial para hornear, 1 clara de huevo. aceite y hierbas arómaticas a gusto.

Calentar el horno a máximo. Cubrir el fondo de una fuente de horno con una capa de sal como de 3 cm de espesor, bien extendida, que cubra por completo todo el fondo de la fuente. Poner la dorada limpia encima. Separar la clara de la yema y batir bien la clara sin llegar al punto de nieve. Mezclarla muy bien con el resto de sal. Con esta sal cubrir por completo la dorada repartiendo bien y presionando un poquito para que quede compacta.
Rociar con agua la sal para humedecerla un poco, para facilitar que se forme la costra y la cocción sea la adecuada. Cuando digo rociar, es salpicar unas gotas, nunca nos tiene que quedar siquiera blando.
Meter la fuente en el horno precalentado a temperatura máxima y dejar cocer 10 minutos, bajar la temperatura a 175º-180º y dejar cocer otros 15 minutos. El tiempo es proporcional al tamaño y cantidad de pescado. Como orientación, para 1 kg 10 minutos más.
Sacar del horno y servir.
Servir un pescado a la sal es un momento importante para terminar el asado con éxito. Poner a nuestro lado un recipiente para dejar la sal que retiramos. Con el reverso de una cuchara, dar unos golpes suaves para romper la costra que se ha formado, con una pala plana ( es mas cómodo pero sirve cualquier cosa), retirar los trozos de sal y una vez descubierto todo el pescado quitar la piel y servir los lomos. Si no tienes mucha práctica, prepara otra fuente limpia para sacar el pescado entero y allí partirlo. Los pescados pequeños como las sardinas se sirven enteros limpios de sal.

Se pueden servir con mayonesa, o aceite y hierbas aromáticas como orégano, romero, eneldo o albahaca. lo puedes acompañar de patatas pequeñas hervidas.

lunes, 25 de junio de 2007

Salsa barbacoa

Esta salsa es para carne hecha en barbacoa pero si no puedes hacer fuego en el exterior, el horno es una solución intermedia.

200 ml de catsup, media cebolla, opcional 1 zanahoria , el zumo de medio limón, 1 cucharada de azúcar, 1 cucharada de salsa de soja, aceite y sal

Pelar y picar la cebolla, pelar y rallar la zanahoria, sofreirlas en 3 cucharadas de aceite a fuego muy suave. Cuando estén blandas, añadir el azúcar y la salsa de soja. añadir el catsup y el zumo de limón. Cocer a fuego muy lento durante 10 minutos, de manera que quede bastante espesa. Cuidado no se pegue.

Como más nos gusta es poner un costillar de cerdo entero encima de las brasas, a bastante distancia para que se haga lento, sobretodo al principio. Untar el costillar después de la primera vuelta, la salsa se pegará a la carne. Dar la vuelta otra vez y untar otra vez. Algo de salsa se caerá, pero después de haber estado al fuego, habrá perdido agua y quedará casi cubriendo la carne. También queda muy bien con pollo.

viernes, 22 de junio de 2007

Chipirones a la plancha

Este es un aperitivo, parte de una ensalada, complemento de una crema, que siempre son agradables y con éxito. Si somos muchos a la mesa, no es cómodo porque hay que hacerlo a última hora, pero para pocos es darse un auténtico gusto. También se pueden hacer en estas planchas que se sacan a la mesa, es muy cómodo, pero hay que estar seguros que alcanzan temperatura suficiente pues si no quedaran cocidos. Cuidado con las salpicaduras, poner un papel grande alrededor y echar poco aceite, la cantidad de aceite es proporcional a las salpicaduras.

Como ya he puesto en recetas anteriores, si los compramos frescos, son carísimos. Hay, al menos por aquí, unos chipirones congelados, muy baratos que salen estupendos. Lo más trabajoso es limpiarlos, pero hay que aprender, la última vez que los tomé en un restaurante bueno, los sacaron sin pelar ( solo limpios por dentro), seguro que eran frescos y me permito dudar que fueran mejores que los que yo compro a menos de 3 €/kg.

250 gr de chipirones congelados, aceite y sal. Opcional, ajo y perejil o concentrado de vinagre de módena.

Con antelación, limpiar los chipirones. Guardarlos en la nevera escurridos y tapados. En el último momento, calentar sin aceite, una plancha o sartén plana, poner en un plato un poco de aceite y pasar los chipirones, de uno en uno, por el aceite rápidamente, solo que se impregnen un poco. Ponerlos en la plancha muy caliente, pocos cada vez, e inmediatamente que cambien de color darles la vuelta. Si son pequeños, yo creo que 10 segundos por cada lado es suficiente. Sacarlos a un plato, salar y añadir un poco de ingredientes opcionales. También se pueden poner estos en recipientes aparte y que cada uno se sirva a gusto.



Lo más importante es la calidad de los chipirones, pero si los hacemos demasiado, cualquier calidad quedará duro y correoso.

martes, 19 de junio de 2007

Cebolla confitada

Esta es una manera de cocinar la cebolla como guarnición. El contraste entre lo dulce y lo salado queda muy bien. A mi me gusta en pequeñas cantidades ya que lo dulce me sacia pronto pero al común de los mortales les gusta. La cantidad de azúcar varía con gustos, yo siempre la pongo escasa.

Se puede hacer en cantidad y la que no se use, se puede congelar. Esto es muy cómodo, y dará menos pereza cocinarla pensando que nos servirá para varios días.

Un kilo de cebollas o una bolsa de cebollitas pequeñas, dos cucharadas de azúcar, aceite y sal. Opcional se puede añadir un poco de vino a tu gusto blanco, jerez oporto...

Pelar y cortar la cebolla a tiras muy finas- En un puchero o sartén con tape de unos 30 cm de diámetro, se ponen 6 cucharadas de aceite a fuego medio, se añade la cebolla (en juliana), 6 cucharadas de agua y el azúcar. Se remueve bien durante un par de minutos y se tapa. Se baja el fuego a muy suave,, manteniendo el "chuf chuf" y dando vueltas de vez en cuando, cocinamos durante 25 minutos. Si vemos que la escasez de aceite es manifiesta, añadiremos un poco más. Con el aceite es mejor añadir en veces según se necesite que echar demasiado al principio. Destapamos el puchero 10 minutos para que el sobrante de agua se evapore y las cebolla adquieran un color dorado tostado y se caramelice. Modificamos el fuego para que no quede nada de agua y si hemos calculado bien el aceite, solamente quedará lo justo para impregnar la cebolla. Si lo vemos muy aceitado, escurriremos antes de servir.

La cebolla confitada puede servir como guarnición o como componente de una tapa. Basta ponerle un chipirón, una gamba pelada, un pimiento rojo o verde frito, una rodaja de calabacín a la plancha........ para tener tapas muy variadas. por eso es muy cómodo hacerlo en cantidad y además da muy poco trabajo. Se puede hacer con antelación y guardarlo en la nevera o congelar en raciones hasta su uso.

lunes, 18 de junio de 2007

Merluza con mayonesa al horno

Este es un plato muy cómodo, no requiere trabajo, se hace rápido. Lo podemos hacer con cualquier lomo o filete grande de pescado. Con los mas grasos, como salmón, no quedará bien pues la mayonesa ya aporta suficiente grasa.

Pongo precio medio porque lo podemos hacer con merluza, pescadilla fresca o congelada y con cualquier pescado de cualquier precio. El precio se adaptará a nuestro presupuesto.

Si compramos una merluza entera, calcularemos 350 gr por persona. Si lo hacemos con filetes con 250-300 tendremos suficiente. Pediremos en la pescadería que la preparen en dos lomos. La cabeza y las espinas las guardaremos para hacer caldo, que aprovecharemos en una paella o sopa de pescado.

Con mayonesa comercial, yo no lo he probado. Si alguien la usa, nos puede comunicar a todos el resultado.

Una merluza, 1 patata o cebolla, 1 huevo, 200 ml de aceite, sal.

Encender el horno a 200º, si puede ser con la opción ventilador. Pelar la patata o cebolla y partirla a rodajas finas. Colocarlas en una fuente de horno. Colocar el pescado encima. Hacer mayonesa con el huevo, sal y el aceite. Extenderla sobre el pescado y meter en la parte central del horno ya caliente unos 15-20 minutos. La mayonesa habrá subido y estará dorada.

Servir inmediatamente. El tiempo es muy importante, es aconsejable poner un reloj avisador o móvil para no pasarse. Puede dejarse preparada en la nevera y hornear justo antes de comer.

Como el pescado es difícil comprar poco, si sobra ya guisado ver etiqueta sobras para aprovechar el resto.

Aliños para ensaladas

Las ensaladas, si las definimos como plato principalmente vegetal frío, todos sabemos que se hacen con lo que tenemos o nos gusta en ese momento. Comer ensalada tiene que ser variado para no acabar aburrido.

La variación de ingredientes, todos tratamos de hacerla pero podemos introducir una nueva variante: el aliño.

Por supuesto que hay muchos, estos son algunos de los que yo hago. Con esta base cada uno podéis hacer las variantes que os parezca.
Las cantidades que no pongo son según gustos. Ir probando hasta encontrar vuestro paladar

- piñones, setas secas molidas ( una punta de cuchara), aceite, vinagre ( normal, jerez o módena a vuestro gusto). Freír los piñones y el polvo de setas, a fuego bajo, en una sartén pequeña. Apagar el fuego, echar con cuidado el vinagre y verterlo sobre la ensalada. Variante con trocitos de bacon ahumado y 1 cucharada de miel.

- Una mezcla a partes iguales de mayonesa y yogur natural. Mezclar con cebolla tierna picada y semillas de sésamo.

- 1 huevo duro, aceite vinagre, sal pimienta.
Separar la yema del huevo duro, chafarla, mezclarla con el aceite hasta formar una pasta, añadir 1 cucharada de vinagre sal, pimienta y las claras de los huevos picadas.

- 1 yogourt natural, 1 diente de ajo, aceite, sal, pimienta.
Batir el yogourt con el ajo muy picado y 1 cucharada de aceite, salar y mezclar con la ensalada.

- 3 cucharadas de aceite, 1 vinagre, 1 cucharilla de mostaza en polvo, sal.
Batir todo bien y mezclar con la ensalada.

- 10 cucharadas de mayonesa, 2 cucharadas de yogourt natural, pepinillos muy picados, pimiento verde muy picado, sal. Ketchup opcional. Hierbas al gusto .

- 1 aguacate maduro, 2 cucharadas de aceite o mayonesa, 1 tomate maduro rallado, vinagre y sal. Muy bueno para ensaladas con patata. Pelar y chafar con un tenedor el aguacate, mezclar todo lo demás.

miércoles, 13 de junio de 2007

Huevos al plato

Una vez alguien en este blog me preguntaba que había que tener en la despensa para poder preparar una comida rápida improvisada. Yo hice una entrada con mi despensa pero remarcando que mi congelador es tan importante como mi despensa. La entrada de hoy, se basa en una despensa básica, es rápida, y se puede adaptar a nuestras existencias/ gustos, sin ningún problema. Podemos hacer un plato ligero o contundente según adaptación. Pueden ser solo con vegetales o para carnívoros. De entre todos los ingredientes, elegid los que tengáis/ gustéis, para vuestra composición personal.
La denominación longaniza, varía según regiones en España y no digamos en el mundo. Sirve un embutido no curado y sabroso que sea de nuestro agrado

2 huevos, unos 10 cm de longaniza fresca, 10 cm de chorizo, dos lonchas de jamón, 2 salchichas, una cucharada de guisantes, 1/8 de cebolla, 10 cm de calabacín, un pimiento rojo, 100 ml de salsa de tomate.

En una sartén de fondo grueso de unos 20 cm de diámetro, saltear los embutidos ( si se usan) a fuego vivo, partidos por la mitad longitudinalmente, con una cucharada de aceite. Retirarlas a una plato. En la misma sartén, añadir la cebolla picada, el calabacín, según nuestra elección, sofreirlo 7 minutos a fuego medio, añadir la salsa de tomate, los guisantes escurridos y los cárnicos. En este momento se puede parar para terminarlo justo en el momento de comerlo.

Subir el fuego. Hacer un hueco en la sartén como formando un nido para colocar allí los huevos, dejando espacio entre ellos suficiente como para que no se junten, tapar ( aunque sea con un plato o papel de aluminio) y a los dos minutos mirar. Justo en el momento en que la clara que cubre la yema esté blanca estarán hechos ( se puede mojar pan en ellos) pero como en el punto de cocción de huevos hay muchas doctrinas, cada uno que los deje a su gusto. Yo en este caso he añadido antes la clara y cuando empezaba a cuajar la yema.


Poner el pimiento rojo encima y servir. Si tenemos, usar cazuelillas individuales para hacerlos en ellas, si no con un cubierto plano ( existe la llamada pala de huevos) lo sacamos de la sartén y colocamos en los platos con la parte proporcional de acompañamiento.

Ensalda de salmón y pasta

El verano es bueno para comida fresca y ligera pero hay que tener cuidado no sea que a mitad de tarde el estómago "ruja". De la mesa hay que levantarse satisfecho aunque no lleno, es la mejor forma de comer bien. Si tenemos hambre antes de hora picaremos lo primero que tengamos a mano que suele ser algo menos sano que un buen plato de comida. En este plato frío, combinamos comida refrescante con comida saciante.

Como siempre, los ingredientes pueden modificarse a nuestro gusto. Las cantidades no las pongo porque simplemente son "un poco". Esto como todas las recetas es para dos personas.

100 gr de cintas de pasta , (quedan bien, paja y heno espaguetis de dos colores, farfale o lazos), berros, aguacate, salmón ahumado, olivas negras.

Vinagreta: 8 cucharadas de aceite de oliva, 8 cucharadas vinagre ( normal, jerez, módena), 1 cucharada de azúcar, 1 ch de mostaza en grano, sal, pimienta

Poner todos los ingredientes de la vinagreta en un frasco con tapa y agitar muy bien. Cocer la pasta al dente y escurrirla. A mi me gusta 8 minutos, casi siempre dos menos de lo que indican los paquetes en España. Extenderla en una fuente para que se enfríe impregnándola con dos cucharadas de aceite para que no se pegue. Cortar medio aguacate a dados y el otro medio en filetes para adorno. Colocar todo en una fuente, adornándolo por colores a nuestro gusto. Rociar con la vinagreta.
En lugar de salmón ahumado podemos usar un resto de salmón al horno
También se puede sustituir por anchoas en salmuera, teniendo cuidado con la sal.

lunes, 11 de junio de 2007

Arroz en salsa de hongos

El otro día, después de comer solomillo en salsa de hongos, sobró salsa. Además tenía unas cabezas de gambas para hacer caldo. Empecé a pensar en una pasta y mezclar todo, pero por fin me decidí por arroz. El resultado lo podéis ver a continuación, en casa a pesar de las reticencias se asombraron. Este es un plato que influye la intuición pues como era aprovechado restos no puedo asegurar las cantidades. y por la misma razón el tiempo, que incluye la elaboración de la salsa por si no teneis resto, es aproximado. La etiqueta precio sigue el mismo razonamiento.

200 gr de arroz, 100 ml de salsa de hongos , 400 ml de caldo de gambas colado (usar al menos las cabezas y cáscaras de 250 gr de gambas), Si tienes, alguna seta seca siempre vendrá bien para encontrar tropezones que eso gusta. 1 diente de ajo, aceite y sal.

En una sartén muy amplia o paella pequeña, poner 3 cucharadas de aceite, el ajo picado a fuego medio, añadir el arroz y dar vueltas para que se impregne todo de aceite. Subimos el fuego. Ir echando el caldo poco a poco repartiéndolo por todo el arroz dando vueltas . Cuando hayamos gastado la mitad, podemos añadirlo todo de vez, bajar el fuego y cocer unos 10 minutos. En este punto podemos parar el plato para continuarlo más tarde. Añadir la salsa de hongos repartiéndola bien por todo el arroz a fuego muy suave, cocer un par de minutos, probar el arroz y ver si nos gusta el punto. Si vemos que nos queda muy seco o que le falta cocción, añadir un poco más de agua o caldo.
Para hacer el caldo de cáscaras de gambas: Lavar las gambas y escurrirlas, pelarlas y poner todas las cáscaras cubiertas de agua a hervir 3 minutos. Si es posible triturarlas (puede ser con tijeras) y después pasarlas por un colador. Si tenéis alguna duda de como hacer cualquier caldo o sopa hay una entrada anterior que lo explica

viernes, 8 de junio de 2007

Economía ambiental y personal

Hoy no va de cocina, me han tocado mi fibra sensible. Os toca economía ambiental.

Nunca se me había ocurrido que tuviera nombre. Resulta que hacer un pequeño gesto por nuestro entorno se llama ecomeme. Si cada uno adoptamos uno, dejará de ser un pequeño gesto para pasar a se grande.

El mío particular es no coger bolsas en las tiendas. Llevo mi propia bolsa de tela plegada en el bolso y la uso todos los días. Si se me ha olvidado, procuro llenar todo lo posible las que uso y usarlas después para la basura. Las que rechazo sistemáticamente son las muy pequeñas que no sirven para nada, tipo las de farmacia.

Cuando voy de compra textil, cojo una en la primera tienda, si la mía no es apropiada, y luego en ella pongo lo de todas las tiendas. El reuso de estas es para transportar el papel para reciclar ( las recupero y vuelvo a usar hasta que se rompen).

Respecto a si estos pequeños gestos son útiles, en alguna parte leí un cuento que más o menos resumo: Hubo una ola gigante que llenó la playa de peces. Cuando se retiró, dos hombres fueron a la playa, uno miraba los peces, el otro los recogía y devolvía al mar. El que miraba, le dijo, ¿no crees que es inútil lo que haces? hay muchísimos no vas a poder salvarlos, el que recogía lo miró y dijo, a la vez que devolvía peces al mar, " para estos si es importante".

Lo mismo sucede con los ecomemes, esto sí lo puedo hacer. Y sirve.

jueves, 7 de junio de 2007

Helado de fresa


Ha llegado el tiempo de las fresas sabrosas ( dentro de lo que es posible ahora) y baratas. Este helado es muy sencillo y requiere poco trabajo.

Si podéis conseguir glucosa, usarla en lugar de azúcar. Los cristales de hielo se harán más pequeños.

500 gr de fresas, da igual que sean pequeñas, 3 cucharadas de azúcar ( la segunda vez podéis modificar la cantidad a vuestro gusto), 1 limón. Nata opcional

Exprimir el limón. Lavar las fresas, quitarles el rabillo y ponerlas en el vaso de la batidora para triturarlas con el zumo de limón. En un cazo pequeño poner 200 ml de agua y el azúcar a fuego medio. Cuando hierva, dar vueltas de vez en cuando 5 minutos ( esto se llama hacer almibar). Mientras se hace el almibar, si nos molestan las semillas de las fresas, podemos pasarlas por el pasapures con el rallo fino (el de agujeros más pequeños). En un recipiente metálico profundo, añadir el batido de fresas y el almibar. Una vez frío, meter al congelador.

Si estamos en casa y nos acordamos, mover de vez en cuando el batido para romper los cristales de hielo que se forman. De todos modos, una media hora antes de servir, sacar del congelador y que con el calor se ablande un poco ( si nos hemos olvidado, el microondas a potencia baja hace milagros). Batir con un tenedor para formar una masa más cremosa. si tenemos una batidora con accesorio de varillas se puede terminar con ella ( cuidado con las salpicaduras). Meter otra vez al congelador hasta el momento de servir

Para servir colocarlo en boles y , si gusta, una cucharada de nata.

Solomillo inglés en salsa de hongos

Hoy hemos comido solomillo inglés con salsa de hongos ( el que tenga duda de solomillo inglés que consulte el vínculo). No por tener un nombre tan pomposo es un plato difícil o caro (usamos muy poca cantidad). Los hongos secos, los compré en Florencia y en lugar de comprar los preciosos a la vista, el filete central, compré los trozos pequeños, los bordes ( no en la acepción futbolística), el hongo es el mismo y la calidad también, yo los voy a triturar y no necesito pagar el doble. De cualquier modo, ahora ya se pueden comprar hongos secos casi en cualquier sitio y como tienen la ventaja de conservarse perfectamente, tendremos para muchas veces. También se pueden sustituir por cualquier otra seta fresca o seca.
He estado dudando del título de esta ficha, no sabía si poner solo salsa de hongos, para que vosotros utilizarais la imaginación, o ponerla con carne que es como a mi me gusta. La decisión ya la veis, pero por supuesto se puede aplicar a casi cualquier alimento, cualquier tipo de carne, pasta, arroz, pescado, calabacín....

1 solomillo inglés, 1/4 de cebolla mediana, 2 cucharadas de hongos secos, 50 ml vino blanco o jerez. 50 ml de nata de cocinar

Poner a remojo en 100 ml de agua los hongos, empujándolos hacia abajo, para que se mojen completamente durante al menos 15 minutos ( esto se puede hacer con antelación y guardar en la nevera). Pelar y partir la cebolla. En una sartén poner dos cucharadas de aceite y sofreír la cebolla a fuego suave. Después de 5 minutos, sacar con un tenedor o escurridor, sin tirar el agua, los hongos y añadirlos a la sartén. Cocer otros 5 minutos. Incorporar el vino y evaporar el alcohol un par de minutos. Pasarlo al vaso de la batidora y triturar todo con el agua de rehidratación de los hongos decantada ( esto es echándola sin agitar para en el caso de que tenga tierra, esta se quede en el fondo del recipiente). Si es necesario añadir un poco más de agua pero solo la imprescindible. Esto se puede hacer con toda la antelación que queramos y guardar en la nevera para usar a última hora. Si usamos una batidora de mano y queremos guardar la salsa, en lugar del vaso propio, podemos utilizar un frasco de conserva reciclado de boca ancha para poderlo tapar y guardar. Se puede hacer para varios días y congelar.

5 minutos antes de servir, cortar el solomillo en trozos de unos 2 cm de grueso ( o como te guste si eres de filetes finos). Saltearlos a fuego muy vivo en una sartén por tandas pues si ponemos muchos trozos de vez, el fuego no tendrá fuerza para todos. Una vez terminada la carne, en la misma sartén, verter la salsa anterior. Cuando empiece a hervir, añadir la nata líquida y bajar el fuego. Si nos parece que la salsa queda muy espesa, añadir un poco de leche, si muy clara evaporar un poco antes de añadir la nata ( esto va a gustos). Incorporar la carne con todos sus jugos y servir. Es mejor que no vuelva a hervir. Si lo tenemos que calentar otra vez es mejor a fuego muy suave.

miércoles, 6 de junio de 2007

Mousse de limón

Es un postre fácil socorrido y que se puede hacer con lo que normalmente se tiene en casa ( algo muy importante). El inconveniente: hay que hacerlo con bastante antelación. Esto puede representar también una ventaja, pero yo me suelo acordar del postre a última hora pues como ya he dicho otras veces, los postres no son lo mío.
Es conveniente disponer de un accesorio de varillas, que suelen tener las clásicas batidoras de mano ( si alguien no sabe que es que me lo pregunte). En su defecto un buen brazo fuerte.
Os extrañará la sal en un postre dulce, no hay que olvidar que la sal actúa de dos maneras: es un potenciador del sabor y en este caso, ayuda a mantener duras las claras a punto de nieve. Si por una casualidad tuvierais cremor tártaro podeis sustituir la sal, es especial para mantener las claras batidas.
Como tenemos que cocer el batido de yemas a baño María, el recipiente elegido para batir las yemas, tiene que ajustar en otro puchero o cazo que pondremos al fuego con agua.

4 huevos, 6 cucharadas de azúcar, 2 limones, sal.

Lavar un limón y rallar la cascara de medio. Separar las claras de las yemas, los sofisticados tienen un artilugio para hacerlo, yo lo hago con las dos medias cáscaras pero si no tenéis seguridad, coged la yema simplemente con una cuchara ( un colador es demasiado tupido para la clara) y dejar escurrir la clara.

Depositareis las yemas en un recipiente hondo y las claras en otro. Si utilizamos la batidora de varillas batir primero las claras a punto de nieve con un pellizco de sal. Si lo hacemos con un tenedor ( probar con dos tenedores en la misma mano, suben mucho antes), montad las claras en el momento de utilizarlas ( un poco más adelante).

Luego batir las yemas con el azúcar hasta que se forme una crema y el azúcar no se note. No hace falta lavar la batidora si lo hacemos de esta manera.

En un puchero que quepa el recipiente de batir las yemas, pondremos unos 3 cm de agua a calentar e introduciremos a baño María el batido de las yemas con el zumo de los dos limones, dando vueltas sin parar hasta que veamos que aumenta de volumen. Suele ser unos 10 minutos. El fuego debe ser suave, si el agua hierve fuerte, corremos el riesgo de que salpique al interior.

Retirar del fuego y sin parar de remover añadir la piel de limón rallada. Enfriar fuera de la nevera. Una vez templada, incorporar las claras a punto de nieve poco a poco, de manera envolvente, es decir sin batir, con movimientos de tenedor circulares y verticales. Repartir en copas y meter en la nevera hasta el momento de servir. Si vamos a tardar mucho les pondremos un film transparente tapándolas para que no forme una película más sólida.

Asado de cerdo con cola

Los asados de carne no son plato para dos personas. Un trozo pequeño de carne en el horno se seca y queda incomestible. Sin embargo son muy útiles para las cenas o reuniones multitudinarias, no dan trabajo y no manchan.

La parte del cerdo que queda más jugosa es la babilla. La carne de cerdo que nos encontramos preparada para asar. suele ( digo suele, no siempre) estar formada por trozos menos uniformes y aglutinada, como resultado tenemos que se rompe al filetear o el sabor es distinto. Además suele tener algún tipo de aditivo con el fin de retener agua. Una vez hecho, por el tacto y el sabor, se parece más a un fiambre que a un trozo de carne. Es una buena costumbre leer las etiquetas para saber que compramos. Si tenemos un carnicero amable seguro que nos lo ata.

1 babilla de cerdo ( suelen pesar alrededor de 1.5 kg), 1 litro de bebida de cola, aceite y sal. Como guarnición podemos poner patatas, cebolla, manzana o piña.

En un recipiente hondo, ajustado al tamaño de la pieza de carne y que se pueda tapar ( o usar plástico transparente), poner el cerdo y cubrir completamente con la cola. Dejar macerar en la nevera al menos 12 horas ( puede ser 1 día).

Encender el horno a 175º. En el momento de asar, sacarlo del adobo, escurrilo y poner en una fuente de horno un poco más grande que la pieza de carne ( así no se quemarán los extremos y se evaporará menos salsa). Meter en la parte central del horno 35 minutos. Mientras tanto, preparar la guarnición, que puede ser manzana asada partida a cuartos, cebolla caramelizada, piña natural o en almíbar a la plancha. Subir el horno a 200º y asarlo otros 35 min más. En este momento, pinchar la carne, si salen jugos muy rosas le falta tiempo, si los jugos son de color mas marrón la carne está hecha. Además todo depende de como nos gusta la carne. como tiempo orientativo, para cerdo, lo asaremos unos 25 minutos por kg, siempre mas suave al principio. Este se asa un poco menos porque la bebida de cola tiene propiedades como de "cocido en frío".

Si lo vamos a servir en frío, lo partiremos frío, es mucho más fácil. Si tenemos cuchillo eléctrico estupendo, si no uno de filo fino y bien afilado. se puede comer frío o caliente.

Patatas rebozadas

Otro clásico entretenido de hacer pero con muy buenos resultados. Están buenas tanto frías como calientes y se transportan muy bien. Muy propio para aprovechar un resto de carne guisada o de sopa. Yo siempre lo he hecho aprovechando carne, casi siempre de cocido, pero por supuesto que la podemos guisar en el momento.
Elegiremos las patatas de tamaño mediano y de forma regular. Las patatas se cortan siempre mejor frías, si están calientes se rompen

4 patatas medianas, 200 gr de carne picada o guisada, 1 cebolla, 2 cucharadas de harina, 500 ml de leche

Poner las patatas en un puchero y cubrirlas con agua, cocerlas tapadas a fuego suficiente para que mantenga el hervor. El tiempo de cocción depende del tipo de patata y del tamaño, a partir de los 10-15 minutos comprobar si están cocidas., en otra receta decía pinchar con un cuchillo pero aquí no se puede usar cuchillo mejor una aguja. Una vez cocidas, escurrir y enfríar.

Pelar y cortar a trozos pequeños la cebolla. En una sartén amplia, poner tres cucharadas de aceite, añadir la cebolla y sofreír a fuego medio. Cuando este blanda, añadir la carne hasta que cambie de color si es picada, si aprovechamos un resto, cortarla muy pequeña y darle unas vueltas. Añadir una cucharada de aceite y la harina espolvoreando toda la carne, remover muy bien de manera que la harina se integre perfectamente y forme una masa. Echar poco a poco la leche. Para saber el punto de espesor de la masa hay varias formas una por experiencia y esta no necesita más explicación. Otra, que tampoco es nada científica, pero tiene una pequeña norma. A fuego medio, ir añadiendo leche, en cada adición, la leche tiene que ser completamente absorvida por la masa hasta que llegue un punto que ya no forme algo compacto sino que ocupa toda la sartén, seguir añadiendo leche ( unos 100 ml más en dos veces) . Subir el fuego y cocer hasta que la masa se despegue de los bordes de la sartén durante dos minutos. Todo esto sin parar de remover. Todo esto en el papel parece muy complicado, pero en la realidad es mucho más fácil. Todos hemos visto alguna vez hacer besamel para croquetas que es lo que trato de explicar. Ante la duda consultar la entrada besamel. Dejar enfriar. Si lo vamos a meter en la nevera, primero dejar enfriar al aire y después ponerle un film transparente de plástico para que no se endurezca la parte superior.

Pelar las patatas cocidas y frías, partirlas en rodajas de 5 mm de espesor aproximadamente ( no hace falta medirlas, es para dar idea). Coger una rodaja en la mano y poner una cucharilla de masa fría, tapar con la rodaja inmediatamente posterior de la patata ( esto es porque como las patatas no son uniformes para que cubran mejor la masa). Es bueno extender la masa con la rodaja de patata sobre una superficie firme pues si no se rompen con facilidad. Una vez formadas todas (esto se puede hacer con tiempo), calentar una sartén profunda con 2 cm de aceite a fuego fuerte, mientras tanto pasar las patatas por harina ( sacudiendo con energía el exceso) y por huevo. Freír regulando el fuego según veamos el color. Para dar la vuelta que cada uno elija lo que le sea más cómodo, una pinza de palas anchas o dos tenedores, yo uso esto último. Una vez fritas por los dos lados, poner en papel de cocina bien escurridas y después pasarlas a un plato o fuente para sacar a la mesa.



Esta receta es larga de explicar pero menos de lo que parece de hacer y sobretodo el resultado es muy satisfactorio. Sirve de aperitivo, de plato, aprovechamos sobras lo comemos frío, caliente, apetitoso para niños y mayores. Un buen complemento es pimientos rojos rehogados con un poco de ajo y aceite.

lunes, 4 de junio de 2007

Alitas de pollo adobadas


Este es un vicio en casa, ponga las que ponga siempre se acaban. El adobo lo podemos variar según las especias disponibles en el momento o nuestra apetencia. También venden una mezcla ya hecha que le llaman de pincho moruno, puede servir.

4 alas de pollo completas por persona, 2 cucharadas de pimentón, picante si se quiere, 1 de comino, 1 de cúrcuma, 1 cucharilla de curry en polvo, 1 de orégano, 50 ml de vino blanco, 1 cucharilla de harina, sal y aceite. Las especias son suficientes para 500 gr de pollo que es aproximadamente para dos personas.

Quitar las puntas de las alas ( no vale la pena utilizarlas), partir por la articulación separando las dos partes restantes. Poner todo en un recipiente que se pueda tapar, remover muy bien y dejar al menos tres horas en la nevera. Es mejor de un día para otro. Justo en el momento de freir, añadir la cucharilla de harina y mover todo para que se impregnen bien las alas del adobo. Se puede prescindir de la harina, solo es para retener en el pollo más cantidad de especias.

Si tienes freidora calentar al máximo y freír por partes hasta que se doren. Mientras fríes la tanda siguiente, puedes mantenerlas calientes en el horno a 75º. Si no tienes freidora, calienta 4 cm de altura de aceite en una sartén muy honda o un cazo de fondo grueso ( si son pequeños, se calentará más el aceite y ensuciarás menos cantidad). Si tienes una tapa perforada evitarás salpicaduras.

domingo, 3 de junio de 2007

Chupa chups de queso

Esto me lo sacaron en casa de una amiga como aperitivo mientras esperábamos la cena. Se tiene que hacer con antelación para dar tiempo al queso a endurecerse. Con parmesano queda bien, si queremos probar con otro queso, hacer primero una prueba. Tiene que fundir sin extenderse mucho y al enfriar, formar una masa compacta.

Una lámina de hojaldre extendida descongelada, 200 gr de queso parmesano, un huevo.

Forrar una bandeja de horno con papel de aluminio o vegetal, engrasarla con un poco de aceite extendido con los dedos. Cortar el hojaldre a tiras de 1 cm x 10 aproximadamente y pintarlas de huevo muy batido con una cucharada de agua. Se pinta solo la parte de arriba y no encima del papel de aluminio pues si escurre huevo por los lados se pegará.

Colocar las tiras en la bandeja a una distancia de 10 cm dejando espacio en una de las puntas para colocar un montoncito de queso de manera que quede centrado respecto a la tira de hojaldre, así al fundir, el hojaldre será el palo y el queso simulará el caramelo.
Meter en el centro del horno a la temperatura y tiempo que indique el paquete del hojaldre. Si tenemos ventilador como opción en el horno, quedará más alto el hojaldre y podremos cocer varias bandejas a la vez..